martes, 3 de agosto de 2010

Y finalmente un día...

"Se puede vivir una larga vida sin aprender nada.
Se puede durar sobre la tierra sin agregar ni cambiar una pincelada del paisaje.
Se puede simplemente no estar muerto sin estar tampoco vivo, basta con no amar, nunca, a nada, nadie; es la única receta infalible para no sufrir.
Yo aposté mi vida a todo lo contrario, y definitivamente había dejado de importarme si lo perdido era más que lo ganado, creía que ya estábamos a mano el mundo y yo, ahora que ninguno de los dos respetaba demasiado al otro.
Pero un día descubrí que todavía podía hacer algo para estar completamente vivo antes de estar definitivamente muerto…
Entonces… Me puse en movimiento. "

viernes, 30 de abril de 2010

Entre desencuentros, renuncias y chupetines.

"-Oh, las explicaciones, vos sabés... Todo es muy confuso, hermano. Ponele que eso que llamás ambición no pueda fructificar más que en la renuncia. ¿Te gusta la fórmula? No es eso, pero lo que yo quisiera decir es justamente indecible."
Sí, es indecible. Cómo explicar mi falta de estabilidad, mis renuncias crónicas, mis MALAS elecciones que se repiten y me lastiman y, que sí, que yo elijo, que elijo lastimarme.
Por qué, acaso es una suerte de flagelo indirecto, de no sentirme merecedora. Ah, merecer o no merecer, tan relativo...
Y después llega lo decible, el perdón, las culpas y disculpas. Y lo peor de todo es que no lo finjo, que siento cada una de esas palabras, que me creo mi propio discurso constructivamente destructor.
Perdoname, por favor, yo NO SÉ ELEGIR.